Las historias detrás de las canciones, contadas como lo haría tu mejor amigo con un cassette grabado especialmente para ti.

Un año empapado en neón, donde los sintetizadores marcaron el pulso del futuro, la moda rompió moldes y los sueños se volvieron más extraños, audaces y eléctricos.
1980 reescribió el ritmo del mundo con cada beat, con cada prenda, con cada gesto de libertad en una nueva década que no temía destacar ni sonar diferente.

Una noche — y un álbum — que no solo marcaron una era, sino que transformaron la música para siempre.
Fue el momento en que el pop se volvió espectáculo, el videoclip se volvió arte y Michael Jackson se convirtió en leyenda.
Desde ese instante, la música ya no volvió a ser solo música… fue un fenómeno que se vivía con todos los sentidos.

Un verano donde la música no solo se escuchaba, se llevaba contigo.
Compacta, íntima y llena de emoción, viajaba en nuestros bolsillos y sonaba directo al corazón.
Cada cassette era un mundo personal de canciones que hablaban por nosotros, allá donde fuéramos.